En este Lunes de Pascua, donde todo vuelve a empezar, donde todo cofrade comienza a descontar días para volver a morir con Él, seguimos trabajando por nuestras hermandades, y también por las cofradías.
Seguiremos mostrando que las hermandades no son sólo cofradías, ni se hacen cofradía sin la tarea de hermandad. Sobre su espalda recae una importante labor social bajo el manto de la fe cristiana. Muchas son las que ayudan a un gran número de familias en situaciones de pobreza, ayudan en comedores sociales, en residencias de ancianos, en recogida de material escolar para los más desfavorecidos, en donaciones de sangre, en economatos, y así un largo etcétera en busca de una ciudad mejor, la nuestra.
Cuando se hacen cofradía dan testimonio de fe, recorriendo las calles de Almería y acercando la devoción popular que mantiene viva una tradición con mucho arraigo. Seguiremos trabajando en el respeto y en la convivencia, dándole a Almería lo mejor que tenemos. Viviéndola junto al cofrade y al que no lo es, porque esto es de todos y para todos, porque según un estudio económico: por cada euro que se invierte en la Semana Santa de Almería, la ciudad recibe 10.
Con la esperanza de que en 2022 seamos cofradía.