Historia
FERNANDO SALAS PINEDA
Cuando la Semana Santa comenzó a sacudirse los horrores de la guerra civil española, ya recuperadas las hermandades anteriores al conflicto, surgieron nuevas corporaciones en aquel ambiente propicio de nacionalcatolicismo.
La nómina en 1947 contaba con seis cofradías. Procesionaron aquel año los Estudiantes y el Encuentro el Miércoles Santo, el Amor y el Silencio, el Jueves Santo; y el Santo Sepulcro y la Soledad, el Viernes Santo. Surgió entonces la necesidad de crear una agrupación que diera cabida a las aspiraciones de las cofradías, promoviendo la participación de los almerienses, la colaboración de las instituciones y la mediación con las autoridades; se buscaba el máximo esplendor y el apoyo a la fiesta.
El 5 de marzo se constituyó la primera junta de gobierno, presidida por el profesor del Instituto de Enseñanzas Medias Francisco de Asís Saiz Sanz, a la sazón hermano mayor de la cofradía de los Estudiantes. En los años sucesivos van creándose nuevas cofradías: la procesión de la Borriquita (1948), el Prendimiento (1948), la Angustias (1951) y la procesión del Resucitado (1957), patrocinada desde la propia Agrupación de Cofradías, amén de los Vía+Crucis que venían celebrándose con anterioridad: el del Cristo de la Escucha (1942) y el de Jesús de la Pobreza (1947).
Durante los primeros años de su existencia la Agrupación contribuyó de una manera tan eficaz como necesaria al auge de la Semana Santa y al crecimiento de las cofradías: la organización del pregón de manera regular desde 1957, la edición del cartel y del programa de historia e itinerarios suponen la mayor difusión hasta entonces conocida. En el apartado económico promovió una cuestación anual pro Semana Santa, tradición que ha llegado hasta nuestros días, la gestión de la carrera oficial con sus correspondientes sillas y palcos o la mediación con las autoridades locales en la consecución de subvenciones con las que ayudar a los gastos procesionales que, en aquellos años, alcanzaban una media estimada de 50.000 pesetas por cofradía.
Al comienzo de la década de los años 70 la organización comenzó a decaer como lo hicieron también las corporaciones a ella agrupadas. En el trasfondo de la cuestión una única verdad: las nuevas corrientes de la Iglesia Católica no le eran propicias al movimiento cofrade y como, al contrario que en otras ciudades, las hermandades almerienses no gozaban de la autonomía necesaria como para subsistir por sí solas. Fueron languideciendo hasta casi su extinción.

El último año de la década, en 1979, la Semana Santa experimentó su nueva primavera. La Agrupación se hizo más necesaria que nunca. Los cofrades eran conscientes de que unidos tendrían la fuerza suficiente para que, primero el obispo de la diócesis, y después, el resto de las autoridades, tomaran en consideración el movimiento cofrade. Así es que el 14 de mayo se reunieron en el palacio episcopal con el obispo Manuel Casares Hervás, tras la cual lograron formar una nueva junta de gobierno, encabezada, como presidente, por el letrado y cofrade del Encuentro, Fulgencio Miguel Pérez Dobón, cargo más honorífico que ejecutivo, ya que el peso de la organización y el motor de la misma corría a cargo de otros actores, los jóvenes, que hicieron posible el resurgimiento de la Semana Santa y que estaban al frente de las cofradías amparados por la figura del canónigo Juan José López Martín, valedor de los cofrades ante un clero escéptico. Ya en abril siguiente se celebró de nuevo el pregón, en esta ocasión a cargo de Manuel Rodríguez Soria.
Para la Semana Santa de 1980 se volvió a editar el cartel, que en su reestreno contó con la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno en discutida instantánea del prestigioso fotógrafo almeriense Manuel Falces, y un recordado boletín de horarios e itinerarios con la historia de todas las cofradías. Son los dorados años 80, punto de inflexión y de partida de una Semana Santa todavía ni soñada ni imaginada. En septiembre se fundó la hermandad del Cristo del Perdón y a partir de ahí sin solución de continuidad, empezaron a surgir nuevas corporaciones: la Borriquita (1982), la Cena (1983), la Macarena (1986) y así hasta conformar una Semana Mayor que pasó de ocho cofradías en 1980 a las 22 de la actualidad.

En 1985 se celebró el I Congreso de Hermandades y Cofradías, que se repite nuevamente en 1990 y 1995, y se sucedieron exposiciones, publicaciones y conciertos. La vida de las hermandades ya no se limita al tiempo cuaresmal.
En 1989 la prensa, rendida ante el auge alcanzado por la Semana Santa, le entrega el Guion de Honor del programa de radio Guion-Cofrade de Cadena Rato Radio Almería y nuevamente en 2005.
En 1994 se sumaron a la Agrupación las hermandades de Gloria. A saber: la Real y Pontificia de la Virgen del Mar, la del Carmen de las Huertas, la de la Virgen del Rocío y la del Carmen de San Roque, momento en el que su denominación pasa a ser Agrupación de Hermandades y Cofradías.
En 1998 la institución recibió el escudo de oro de Almería. El Ayuntamiento tomó conciencia de que el fenómeno cofrade alcanzaba a toda la ciudad y desde ese momento empezó a colaborar como nunca, de manera eficaz y continuada, con la Semana Santa.
En 2003 la Diputación Provincial reconoció su labor con el escudo de oro de la provincia y ya en septiembre la Semana Santa alcanzó el refrendo que el corresponde por su categoría y fiesta de singular participación y carácter, recibiendo de parte del gobierno andaluz el Título de Interés Turístico Regional de Andalucía.
En 2005, tras varios intentos anteriores, organizó una Procesión Magna del Viernes Santo en la que participaron trece pasos de otras tantas cofradías. Resultó de una brillantez inusitada y se recordará por siempre el transcurrir en absoluto silencio de los pasos por una carrera oficial abarrotada, como nunca, de público.
En 2007 organizó el XX Encuentro Nacional de Cofradías Penitenciales de Semana Santa al que asistieron como inscritos 477 cofrades de 56 localidades diferentes de la geografía nacional y cuyo comité de honor encabezó S.A.R. Felipe de Borbón y Grecia.
En 2012 una mujer, Encarnación Molina Hernández, fue elegida presidente de la Agrupación, un hito único dentro de las agrupaciones, federaciones y consejos de cofradías de las capitales andaluzas y, quizás, de España. En Almería no fue causa de sorpresa alguna y es que la mujer forma parte activa de las cofradías con absoluta normalidad desde la nueva etapa iniciada en 1979: forma parte de las juntas de gobierno en paridad con los hombres en todas las hermandades, ha alcanzado los puestos de mayor responsabilidad desde hace años, viste la túnica de nazareno, sale de costalero y, a fuer de ser sinceros, es el verdadero motor y corazón de la Semana Santa sin cuyo trabajo nada hubiera sido posible. Hoy la mujer supera en cantidad de hermanos a los varones en la mayoría de nóminas de las cofradías.
En diciembre de 2017, la Agrupación de Hermandades y Cofradíase ha sido reconocida nuevamente, en esta ocasión con el premio Almería, Sociedad del diario La Voz de Almería.
Finalmente, el BOE-A-2019-528, página 3.555, ha publicado Resolución de 8 de enero de 2019, de la Secretaría de Estado de Turismo, por la que se concede el título de Fiesta de Interés Turístico Nacional a la fiesta “Semana Santa” de Almería, firmada en Madrid por la Secretaria de Estado de Turismo, Isabel María Oliver Sagreras.
SALAS PINEDA, F. (2019). -Almería- Semana Santa. La Pasión del Pueblo.