Bienvenido a esta página de “encuentro y comunicación” entre hombres y mujeres con un ideal común: el amor a Dios y a los hombres, la comunión fraterna y el servicio al Evangelio.
Nuestra tierra, en la que la fe arraigó en la primera hora del Evangelio con la palabra y el testimonio del Varón Apostólico San Indalecio, tiene un modo particular de expresar su amor al Hijo de Dios hecho hombre, a la Santísima Virgen y a los Santos. Una expresión que es fruto del encuentro del Evangelio con la cultura, con el pueblo, con los sentimientos personales y colectivos. Este encuentro da lugar a una bellísima expresión de fe que tiene en las Hermandades y Cofradías un cauce de realización, de animación mutua y de proyección del Evangelio, que quiere seguir impregnando la cultura y la sociedad.
Esta fe encarnada en la cultura popular da lugar a una religiosidad que tiene una forma propia y unas expresiones impulsadas por el pueblo que la acoge y el contexto en que se viven. Los ejercicios de piedad y sus manifestaciones en torno a las fiestas litúrgicas o las celebraciones marianas y de los santos no tienen otro objetivo que acercar al pueblo cristiano al conocimiento de Dios y a su adoración. En ello nos jugamos la fidelidad a la identidad propia de Hermandades y Cofradías.
Todos estamos llamados a dar lo mejor de nosotros mismos para alcanzar la meta, unidos por el suave bálsamo de la caridad que se expresa en la comunión.
Seguimos caminando junto a los que nos precedieron en esta larga historia de la Agrupación.
Juan José Martín Campos