Carta de Cuaresma del Presidente de la Agrupación

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Desde la Agrupación de Hermandades y Cofradías de la ciudad de Almería compartimos con los cofrades la carta de Cuaresma del presidente de la Agrupación, D. José Rafael Soto Matías:

Queridos cofrades, un fraternal saludo de Paz y Bien.

En las puertas de una nueva Semana Santa, en el que el Señor volverá a morir en la Cruz por nuestra salvación, quiero dirigir unas palabras a todos los cofrades. 

La andadura de mi junta lleva apenas cuatro meses, ciento sesenta días de ilusión y compromiso por cada una de nuestras hermandades, ciento sesenta días de trabajo constante de catorce personas que, de una forma desinteresada, han querido participar como miembros de esta Junta de Gobierno que presido, faltándome palabras para agradecer todo lo que hacen por cada una de nuestras hermandades.

Ahora llega ese momento tan especial y tan ansiado por todos y todas. Es momento de limpiar orfebrería, preparar túnicas, fundir cera, contratar bandas, presentar carteles anunciadores de nuestras hermandades, elegir el incienso con el que procesionar este año, asistir a los cultos cuaresmales de cada una de nuestras hermandades, actos de veneración que han cuidado hasta el último detalle tanto en los montajes de altares de cultos como en la liturgia. En sí llega, el momento tan ansiado por todos nosotros, nuestra Semana Mayor a la que tanto nos gusta cuidar y de la que tanto disfrutamos  pero ante todo y sobre todo, poder vivir la celebración del Triduo Pascual, quien da sentido a todo lo anteriormente expuesto.

Pero ahora es cuando me pregunto si estamos lo suficientemente preparados para acompañar a Cristo hasta su muerte, si nos acordamos del enfermo desamparado, de los pobres de corazón, de nuestros hermanos necesitados y si somos dignos de vivir estos Misterios que en pocos días tendremos en todas nuestras parroquias.

Si realmente nos acordaremos en esta Semana Santa de todos aquellos que luchan por la paz en el mundo, de aquellos y aquellas que dan su vida por decir a viva voz que son hijos de Dios. Si realmente llenaremos nuestras iglesias los días santos al igual que llenamos nuestras calles.

Si realmente promulgamos la enseñanza de Cristo y perdonamos a nuestro hermano.

También me surge la pregunta de si seremos capaces de comprometernos todo el año con nuestras hermandades, parroquias, nuestra sociedad más cercana y sobre todo con Cristo y si no lo abandonaremos cuando el Señor de la Vida atraviese el dintel de su parroquia para ser venerado por sus fieles hasta el año siguiente.

Me gustaría que todos fuéramos personas vivas de fe, llenas de ilusión, con fuerza de transmitir el Evangelio no solo estos días previos de Cuaresma y de la semana de Pasión sino también todo el año, participando en nuestras hermandades y no dejando en ningún momento al Señor sólo.

Me despido dando fuerzas a todos, invitándoos a que viváis cada segundo, minuto, hora de esta Cuaresma con vuestros hermanos y hermanas, que disfrutéis de vuestros cultos con la misma ilusión del primer día y que nuestra Semana Mayor haga mella en nuestros corazones.

Un abrazo en el Señor 

José Rafael Soto Matías